De sangres puras solo puede
resultar un"Mago"
El termino mago se
refiere más a lo ceremonial, deriva de "magi",
una palabra persa que aludía a "el
fuego que nunca se extingue" (el
de los altares Mazdeístas o Zoroastrianos). Los "magos" eran los
sacerdotes del fuego de Ahura Mazda (el dios de la religión de Zarathustra) y
como estaban dedicados al conocimiento espiritual, la magia y las artes
predictivas, de allí nos llega la alusión de "mago" para quienes se dedican
a esas actividades.
El verdadero Mago real, al igual que sus ancestros milenarios- es un CREADOR DE PODERES. EL CREA SUS PROPIAS FORMULAS y no tiene necesidad de recurrir a los desgastados o viejos (y generalmente mutilados, distorsionados o ininteligibles) recetarios (Grimorios), que crearon otros Magos como él -para otras edades y épocas-, como lo debe hacer, por necesidad, el (la) hechicero -el "lanzador de hechizos".
El
Mago verdadero, como sus venerables ancestros, no tiene necesidad de
"mendigar" poderes ajenos como el hechicero o "brujo". El
verdadero Mago, siendo capaz de dominar completamente las Fuerzas de la
naturaleza, las puede alinear -a su antojo- aún con un mero chasquido de dedos,
dándole las órdenes que desee; y si lo quiere CREAR nuevas y mejores fórmulas para el bienestar de sus semejantes .
El
Mago, como sus venerables ancestros, siempre busca Aliviar un dolor, curar una
enfermedad o consolar al afligido. Así, al mismo tiempo, alcanza una gloria y
una exaltación imposibles de describir y ninguna posibilidad mágica le queda
prohibida.